La inflación de la zona del euro se desaceleró el mes pasado, según datos revisados que respaldarán a los funcionarios del Banco Central Europeo que creen que no se necesitan más aumentos de las tasas de interés.
Los precios al consumidor aumentaron 5,2% en agosto, por debajo de una lectura inicial de 5,3%, que había igualado la cifra de julio. La inflación subyacente, que excluye elementos volátiles como los alimentos y la energía y es un indicador clave para las autoridades, se confirmó en 5,3%, informó Bloomberg.
El BCE elevó los costos de endeudamiento por décima vez consecutiva la semana pasada, aumentando la tasa de depósito a un récord de 4% en lo que los inversores consideran fue el último paso en este ciclo de endurecimiento.
El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos; Madis Muller, de Estonia y Peter Kazimir, de Eslovaquia han sugerido que están de acuerdo con una estabilización de los tipos. Pero la presidenta, Christine Lagarde, ha rechazado estas suposiciones y funcionarios de línea dura, como Robert Holzmann, de Austria; Martins Kazaks, de Letonia y Bostjan Vasle, de Eslovenia, han dicho que aún pueden ser necesarios más incrementos.
Por su parte, el consejero Francois Villeroy de Galhau, destacó este martes que el Banco Central Europeo mantendrá las tasas de interés en 4% durante todo el tiempo que sea necesario para controlar la inflación, indicando que no está a favor de aumentos futuros en esta etapa. "Al observar la situación actual, creemos que es un buen nivel. Ahora es más importante ser pacientes, ser tenaces", dijo a BFM TV.